domingo, 28 de septiembre de 2008

ATRACCIÓN PLATÓNICA V: TRENES.

Los trenes sólo pasan una vez.
Hay trenes de chocolate, de esos que tienes que empezar a comértelos por las ruedas para que no se escapen. Esos trenes, se deshacen lentamente cuando te sientas, nunca llegan a ninguna parte, ni hacen uuuuuuuuuuuh, uuuuuuuuuuuuuuuh. Tu compañero de viaje, también es de chocolate, y se va dejando morder por todo el mundo que avanza por el pasillo. Acabas con dolor de barriga, llena de granos, e incluso a veces con una fisura por el estreñimiento. Todo el viaje se ve de color marrón… chocolate. Puedo caerme y ser arrollada. Me quedaría coja de por vida.

Hay otros trenes, que son de dieta mediterránea, sana y equilibrada. No todo el tren está rico, pero es sano. Tal vez, el combustible se acabe y el viaje no sea eterno, pero al menos será un viaje agradable, y la despedida no será dolorosa. Tu compañero de viaje, no es perfecto, pero tiene una bonita conversación y juntos resolvéis grandes problemas con la palabra. Prefiero esperar a que pase mi tren y hacer un viaje seguro.

ATRACCIÓN PLATÓNICA IV: AUTOCONTRADICCIÓN.

Me cagoooooooo en todo. Estoy cabreadísima. A ver por qué cojones he tenido que llorar hoy. Tengo tantos sentimientos contradictorios, y tantos pensamientos… No puedo satisfacer a todo el mundo a la vez. Esto me está haciendo daño. Mucho. No quería llegar a este punto, pero sé desde hace tiempo que iba a acabar mal. Estoy cansada, muy cansada, de subir hombres a pedestales, y descubrir, que no valen una mierda, que no merecen estar ahí subidos, porque no ha nacido el hombre que a mí me merezca. A TOMAR POR CULO TODOS LOS PEDESTALES, cojo ahora mismo una maza y los destruyo todos. (Y eso, cómo se hace??????????).

El camino a casa ha sido vacío. Lo único que recuerdo es el sonido de mis pasos. Ahora en el sofá, descalza, echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos…

La única razón por la que me liaría contigo, sería porque los dos lo deseamos. Tus labios y tu lengua me llaman…

Pero hay infinidad de razones por las que no lo haría.
-Estás casado con una mujer. Sí, el problema es tuyo, pero no sería la primera vez que vienen a buscarme al trabajo o me llaman a horas imprudentes.
-Estás enamorado de otra.
-Esta otra mujer, que está enamoradísima de ti, no podría hacerle daño ni a una mosca; yo, sería incapaz de hacérselo a ella, no lo merece.
-Tengo que estar centrada en mi vida, mi familia, mis estudios y mi casa.
-Quiero darle un buen ejemplo a mis hijos. Nosotros, no fumamos, no bebemos coca-cola… ni nos liamos con gente porque sí, porque hay otras cosas más importantes.
-Tampoco quiero que le digan a mis niños en el cole: "mi mamá dice que tu mamá es una guarra que se tira a hombres casados".
-Ya pasé hace tiempo esa época, y no me dio otra cosa que problemas y disgustos.
-Hace mucho, mucho tiempo, que no beso a alguien, y la próxima vez que lo haga, quiero que sea muy especial.
-Nunca he tenido una primera vez bonita y romántica. La próxima vez que tenga relaciones sexuales con alguien, tiene que ser algo para recordar.
-No quiero volver a sentirme un coño con patas. SOY UNA PERSONA, y por supuesto que me dejo querer, me gusta que me quieran, y que me mimen, pero no me gusta que me follen y adiós.
-No soy una ONG, y por mucha carita de pena que me pongas, no voy a ceder. Soy buena, y generosa, y me encanta agradar a los demás y ayudarles… pero no a cualquier precio, ese tipo de favores se acabaron hace tiempo.
-Hay personas que me quieren, me apoyan y confían en mí, no voy a cagarla enrollándome contigo.
-Nuestras situaciones personales no son nada propicias ni favorables para ese tipo de encuentros.
-Nuestras situaciones “laborales” se verían seriamente perjudicadas (eso siempre pasa).
-Éste es un pueblo en el que las calles hablan.
-Cuando tenga alguna relación con alguien, quiero poder hablar de ella abiertamente, sin esconderme.
-La persona que de verdad quiera acostarse conmigo (conmigo es conmigo, y no con cualquiera) tiene que esperarme, darme tiempo y apoyo. No me gustan las cosas para anteayer.
-El olor a tabaco y los efectos de la cerveza restan puntos.
-Tú sabes que para mí el sexo no es algo fácil, y ni siquiera tienes un poco de tacto y delicadeza.
-Tengo miedo, no quiero sufrir.
-Si lo que quieres es echar un polvo, puedes irte de putas.
-Me preguntaste qué esperaba de ti…pues al menos esperaba que me hubieras llamado al día siguiente para saber cómo estaba. Ya veo tu preocupación.
-Cualquier muestra de afecto es una mera artimaña para hacerme caer.

lunes, 22 de septiembre de 2008

TE LO PERDISTE

Cuando sus ojos no son tan negros
Cuando su voz ya no te atrapa
Cuando sus manos ya no te llaman
No sientes nada

Cuando sus cuentos ya no hacen gracia
Cuando la sonrisa es forzada
Cuando abstraída escuchas… y callas
No sientes nada

Cuando sus quehaceres no te interesan
Cuando sus virtudes son un grano más
en un desierto de carencias
no sientes nada

Cuando el fin del mundo queda lejos
Cuando ya no aparece contigo en el espejo
Cuando no mueres por verle mañana
No sientes nada

Cuando apenas recuerdas ese beso
Cuando has olvidado cómo le encontraste
Cuando ya no recuerdas sus llamadas
No sientes nada

Cuando su bien lo haces por ti
Cuando su desamor no lo sufres como tuyo
Cuando no tienes la culpa de lo que falla
No sientes nada

Cuando no sientes nada
Es un alivio
Y una pena muy grande!

ATRACCIÓN PLATÓNICA III: LA FELICIDAD AJENA ES MÍA

Me duele la mandíbula de sonreír. Me encantan tus historias, descubrir en ti lo impensable, la capacidad de sorprenderme. Creía saberlo todo sobre ti, uno más de tantos, simple. Hombre. Pues no. Increíblemente, eres humano. Uno más, pero no de esos hombres, sino de nosotros, personas corrientes que caminamos y respiramos, con años de vida vivida y miles de combinaciones posibles para vivirla.

He pasado una noche muy feliz, con sus momentos de pena, pero disfrutada al máximo. Cuando un hombre te declara amor eterno y te jura que eres la mujer de su vida, puede estar mintiéndote. Cuando te confiesa los sentimientos hacia otra mujer, te dice la verdad. Me gusta oir hablar de amor, me nutro del amor de otros, ver a la gente enamorada me llena de alegría, y me provoca sonreír y sentir el aire llenándome. Al pensar en ti, me temblaban las rodillas, me sentía nerviosa y excitada. Lo que mi cuerpo notaba, es que tu historia de amor estaba cerca de mí, iba a ser contada en unas horas, me iba a llenar de gozo escucharla.

Ya no pienso en ti y en mí, sino en ti… y en ella. Porque no es mi momento, no es mi historia. La vuestra es más bonita, preciosa, infinitamente bella. Sí, yo podría tener una anécdota, algo para contar, pero me llena más una historia que sin pertenecerme, hoy entró en mí, para formar parte de mi ser, del mí por dentro. Repaso todos tus gestos, tus labios y tu mirada, y siento en lo más hondo cada detalle que me transmites, no hay palabras, sólo el sentir. Quisiera tener poder suficiente para ordenar y hacer justicia. Otro gallo cantaría… Si yo pudiera decidir por otros… sería feliz de ver felicidad… o tal vez no la viera… quién sabe!

ATRACCIÓN PLATÓNICA II: REFRANERO ESPAÑOL.

-Donde tengas la olla… no toques las maracas
-La mejor forma de no caer en la tentación, es evitarla (y no quedarte a solas con ella)
-Quien juega con fuego, se acaba quemando
-No la hagas, no la temas

Y como decía don Manolo: lo que no puee ser, no puee ser, y además, es imposible.

A veces, en algunos momentos, se me olvida, pero leo el mensaje de mi amiga, y aterrizo. Yo no merezco esto. Ya he sufrido bastante. No tengo por qué seguir acostándome con cualquiera porque sí. No es eso lo que quiero. Si alguna vez, vuelvo a tener a alguien a mi lado, será alguien que de verdad esté comprometido y se implique. Se acabaron los líos de una noche, los jóvenes egoístas, los hombres casados. Esas experiencias, tuvieron su época, y ahora soy madre y quiero dar un buen ejemplo a mis hijos. No quiero que el día de mañana mi hija sea una boba que se deje engatusar, ni mi hijo un mujeriego. Quiero que mis hijos crean en la familia, en la amistad y en sí mismos. En esta sociedad actual, es difícil, pero es lo que deseo para ellos.

Desde que me quedé embaraza de Claudia, me prometí a mí misma no volver al sexo frívolo. No me ha aportado nada. Bueno, experiencias que ahora forman parte de mí, y darme cuenta de lo cría que soy, y aprender que hay gente muy egoísta a la que no le importa aprovecharse física y moralmente de otras personas.

No sé por qué razón concreta me pasa(ba) (hace taaaaaaaaanto tiempo…), pero el sexo para mí, es nada. La gente cuenta acariciar el cielo, pasarlo bien, la cabeza vuela, el cuerpo ni siquiera está aquí… Alguna vez creo que he estado cerca, pero nunca he sentido todas esas cosas.

Una cosa es el deseo, la apetencia, y otra el deber. El ciclo menstrual (digo yo que será eso) me hace sentir deseo, un deseo loco y ardiente. Pero me debo a mis hijos, a mi casa, a mí misma. Me debo un respeto, merezco que me traten con cariño, que me mimen, no soy un trapo, no soy mujer para un rato. Pero tonta, si así disfrutas, te lo pasas bien… yo no quiero pasarlo bien, sólo quiero no pasarlo mal. Yo me engancho, me enamoro… sufro. Quien quiera quererme, que me quiera sin prisas ni exigencias, que me lo demuestre, que me espere. Paciencia y mucho tacto no es tanto pedir.

ATRACCIÓN PLATÓNICA I: LA BROMA.


Broma: bulla, algazara, diversión. Chanza, burla. Persona o cosa pesada y molesta. Molusco lameli (¿lame qué? ¿lame cómo? Lamelibranquio. Ahhhhhhh.) lamelibranquio marino de aspecto bla, bla, bla… Objeto o asunto cuyo nombre… Hecho o situación que causa incomodidad o inconveniente.
Broma: chiste que hace me hace reír, símil que consigue ruborizarme, tontería que dicen otros a la que le sigue que yo me muerda el labio medio de lado y piense “mejor no te contesto…”. Aquello que esta noche deja de ser lo que es, y mañana despierta en mí como juego, pasado como mirada fija, al otro como reto, al siguiente como… y pierdo el control… y acaba todo mal, muy mal. Mejor no hacer bromas.

Lo que para uno es broma, para otros puede irse tornando serio. Los límites de cada persona son diferentes, al igual que las formas de hacer o recibir esas bromas. Cuando uno empieza a saborear la broma, a dejar de reírse y deshacerla lentamente con la lengua mientras te revoluciona las hormonas… y entra en esa espiral, ascendente, cada vez más cerrada, elaborada, selecta… Espiral escalonada… humor-risa-goce-superación-mirada-sonrisa-no con la cabeza-sí, lo deseo con mi cuerpo-sigue-contesto-no bajes el nivel-sube-caliente-bufffff-pulso acelerado-se me seca la boca-necesito un trago-nos vemos mañana-sí, pero espera un poco-que…bueno…eh…jajaja-jadeo por dentro, un lobo me persigue, corro y corro, quiero fundirme con esa nube gris azulada que envuelve a la luna para no estar aquí… apago todas las luces y me dejo caer desganada sobre la cama mientras la decepción me hace sentir muy triste. ¿Y si yo hubiera…?

La experiencia corta e inexperta de mi corta e inexperta edad me cuenta, que hay cosas sobre las cuales, es mejor no bromear. Sobre todo, con personas con las que haya aunque sólo sea una pequeña y remota posibilidad de que esa broma deje de ser tal y se convierta en oscuro asunto, escondido y peligroso, que no deba existir de manera alguna.

Me prometí a mí misma, hace tiempo, que no volvería a bromear sobre estas cosas de la carne, que es más fantasía, locura y deseo que carne en sí, el pensamiento que no te deja dormir, que lleva a tus manos a arañarte por encima de la ropa con la fuerza de otras manos más grandes y velludas, las ganas que te hacen respirar hondo y agitarte susurrando “lo quiero ahoooooooora”. Imagino cuánto de ciertas serán esas habilidades de las que tanto presumes… ¿será tu boca tan jugosa como prometen tus carnosos labios? ¿o… ya me gustaría a mí? Una noche tras otra. Hasta altas horas… Mi cabeza pasa rápidamente imágenes y sonidos que me excitan y me provocan desasosiego, nada me calma, mi cuerpo está sobrecargado de tensión, me duele todo… y no quiero que llegue la noche de mañana y seguir con esta tortura, una sesión de automasoquismo en la que el placer me causa dolor, pero con ese dolor, casi rozo el placer… casi… casi… y nunca llego.

Y al día siguiente… el pedestal en el que te posé con delicadeza y mimo para que no te diera vértigo, se va modelando poco a poco, subiendo y subiendo, hasta perderlo de vista, y llega un momento, en el que no sabes dónde está el punto exacto en el que dar la patada para que caiga y se derrumbe enterrándote. Pero todavía estoy a tiempo de no traer más barro, de parar, y quiero hacerlo, porque no merezco esto. No merezco complicaciones ni problemas, enemistades ni comentarios a mis espaldas.

Desear… puedo desear y deseo que hagas una réplica mía de barro, a tamaño original, y que tomes las medidas con tus propias manos, que yo acabe llena de barro y que la figura acabe siendo igual que yo salvo en la sonrisa final. La realidad, lo que hay aquí y ahora… es que cualquier árbol o pájaro es bello para hacerlo eterno, pero sólo puedo acompañarte a buscarlo, no debo ser yo la que pose para ti.

Y la noche, me lleva hasta ti, encontrándonos en cualquier rincón sin luz, buscándonos a tientas, mordiéndote la boca y siguiendo con mi dedo corazón la línea de tu espalda bajo tu camiseta. Me abrazo a ti y me acuerdo de todas las veces que me haces reír, y ahora sonrío pensando en que por fin puedo llenar mis pulmones de aire y soltarlo mientras se me eriza la piel. Enrosco mis dedos en el poco vello de tu cintura y te rasco despacito siguiendo el cinturón que ya apenas te hace falta. Y siento tu lengua, jugosa y lenta, profunda y certera, y deseo poder sentirla en otros labios. Me gusta, me gusta mucho cómo me muerdes el cuello, primero rozándome despacio de la oreja al hombro, del hombro a la oreja, y… ahora con fuerza te acercas a la nuca… la humedad de tu boca me excita enormemente, y mis uñas te agarran.

QUÉ MAL REPARTIDO ESTÁ EL MUNDO



Hoy me contaron una historia de amor. Un chico marroquí que estudiaba en España, se enamoró de una chica japonesa que había venido a aprender el idioma. Él habla tres idiomas, y ella otros tres, pero sólo coinciden en español. Vivieron juntos durante un año, y ella tuvo que volver a Tokio. Han esperado los dos a que ella pudiera regresar, pero por problemas familiares la espera está siendo larga. Confían en verse pronto.

Existe otra chica extranjera, que vino a España a conseguir dinero para casarse y está viviendo en el vacío. El único novio que ha tenido en su vida, está a miles de kilómetros, y ella viajó hace un año para hacer la pedida de mano. Ahora, ninguno sabe lo que siente.

Tengo un amigo, que vino del Norte al centro para estar con una chica, pero la historia no acabó bien. Ahora que vive en el centro, se ha echado una novia en el Norte, otro Norte un poco más pa´cá que pa´llá, pero Norte al fin y al cabo. Trajo a Madrid sus íntimas canciones de amor y desamor, y ahora las exporta a su tierra.

Otra amiga mía, ha tenido dos novios con los que al final no llegó a nada, y dejó de lado a sus amigos y su vida por ellos, los veía demasiado. Ahora tiene otro novio, que es un sol, y necesita casi cinco horas de tren para poder estar con él.

Sin embargo, no muy lejos de aquí, hay una mujer que lleva años casada, y desea separarse; los motivos, los desconozco, pero sé que ella necesita dedicarse a ella misma, a hacer las cosas que le gustan y le llenan. No es capaz de ser valiente. Vive bajo el mismo techo que su marido, y no quiere ni verle. Ya no siente amor, pero cede ante sus chantajes y amenazas.

Hace tiempo, tuve una amiga, que tardó mucho en encontrar al hombre de su vida. No es que hubiera tenido malas relaciones, pero siempre le faltó algo. Cuando encontró ese algo, le diagnosticaron cáncer. Afortunadamente, salió de ello, y ha sido una verdadera prueba de fuego en su relación actual.

Un par de calles más acá, vive otra mujer. Tiene casi un medio siglo, pero está soltera. Es guapa, inteligente, simpática y buena. No puedo entender cómo aún sigue sola.

He conocido el caso de una casi niña, que curiosamente, tuvo un amor puro durante un año, y decidieron dejarlo; para despedirse tuvieron su primera vez, y oh, sí, se quedó embarazada. Ya era tarde, no había ni rastro de lo que sentían al principio.

Sin embargo, hace años conocí a un matrimonio ejemplar, una familia de cine, adultos responsables, con vidas estables y dos niñas pequeñas; una enfermedad muy larga y dura se lo llevó a él.

Cerca de mi casa, una anciana que era monja, se enamoró y decidió salir del convento para casarse. Al final, la vida la llevó hasta el divorcio. Si existiera Dios… no creo que la hubiera dejado marcharse para cambiar su amor eterno por el de un hombre caduco.

En mis múltiples desventuras, he conocido muchas chicas jóvenes, que piensan que su amor lo puede todo, y que algún día ellos se darán cuenta y dejarán de maltratarlas. Inexpertas, inocentes, ilusas. También he conocido a una mujer, mayor, con una vida muy sufrida, que aún sabiendo que su marido, enfermo terminal, es capaz de matarla para que no llegue a ser de otro, temiendo quedarse dormida para que no le haga nada… no es capaz de dejarlo.

Alguien que fue mi hermano mayor, pasó una década con una mujer sabiendo que algo raro pasaba, y era que en realidad, se sentía más atraído por sus amigos que por su novia. En el edificio de enfrente, una mujer de cierta edad, se dio cuenta un día, de que después de haber estado con un montón de hombres, quien verdaderamente la hacía feliz, era una compañera de trabajo, y se acabaron casando.

Una vez, hace mucho, mucho tiempo, estuve loca, loca, loca por un muro por fuera, nube por dentro, y él no sentía lo mismo. Hace poco, él se enamoró locamente de una chica estupenda, y quién sabe por qué, ella le dejó hundido en un profundo pozo oscuro. Duele mucho ver sufrir a otra persona, pero es ley de vida.

Después de más amantes que mi cuñada, pero menos que Paris Hilton, cuatro novios formales (uno de ellos que me dejó dos hijos), tres amores platónicos (uno de ellos platánico), y más de un beso repugnante, aún sigo sola, casta y pura.

La persona que me contó la primera historia, me dejó. Y no una, sino dos veces. Cuando le conocí, le odiaba, y si hablaba con él era porque a veces, tenía la suerte de ir con él y con su amigo (que estaba muuuuuy bueno) al cine. Pero después de ver la peli “La casa de la colina encantada” me enamoré misteriosamente de él. Me quería tanto, que una noche vino a verme en condiciones no aptas para conducir, y en esos infinitos kilómetros que nos separaban, tuvo un accidente. Ni siquiera cuando yo recorrí esa distancia, conseguí que me dijera que sí. Juré que pese a todo lo enamorada que estaba, jamás consentiría poner las cosas de tal forma, que existiera la posibilidad de que me dejase una tercera vez. Vamos, que no volvería con él a no ser que fuera para matarnos juntos (pues sí, soy mu exagerá). A veces me acuerdo de Sabina, el calefactor, la peste a Ducados y el olor a bahía… los pollos, la Gacela…

Definitivamente, en el mundo, el amor está muy mal repartido.

TRADUCCIONARIO III


Shiquitine: calcetines.
Para pa yo: para mí.
Camarrones: macarrones

Asete: tostadas con aceite.
Musho: te quiero mucho.
Frenando: Fernando.