lunes, 22 de septiembre de 2008

QUÉ MAL REPARTIDO ESTÁ EL MUNDO



Hoy me contaron una historia de amor. Un chico marroquí que estudiaba en España, se enamoró de una chica japonesa que había venido a aprender el idioma. Él habla tres idiomas, y ella otros tres, pero sólo coinciden en español. Vivieron juntos durante un año, y ella tuvo que volver a Tokio. Han esperado los dos a que ella pudiera regresar, pero por problemas familiares la espera está siendo larga. Confían en verse pronto.

Existe otra chica extranjera, que vino a España a conseguir dinero para casarse y está viviendo en el vacío. El único novio que ha tenido en su vida, está a miles de kilómetros, y ella viajó hace un año para hacer la pedida de mano. Ahora, ninguno sabe lo que siente.

Tengo un amigo, que vino del Norte al centro para estar con una chica, pero la historia no acabó bien. Ahora que vive en el centro, se ha echado una novia en el Norte, otro Norte un poco más pa´cá que pa´llá, pero Norte al fin y al cabo. Trajo a Madrid sus íntimas canciones de amor y desamor, y ahora las exporta a su tierra.

Otra amiga mía, ha tenido dos novios con los que al final no llegó a nada, y dejó de lado a sus amigos y su vida por ellos, los veía demasiado. Ahora tiene otro novio, que es un sol, y necesita casi cinco horas de tren para poder estar con él.

Sin embargo, no muy lejos de aquí, hay una mujer que lleva años casada, y desea separarse; los motivos, los desconozco, pero sé que ella necesita dedicarse a ella misma, a hacer las cosas que le gustan y le llenan. No es capaz de ser valiente. Vive bajo el mismo techo que su marido, y no quiere ni verle. Ya no siente amor, pero cede ante sus chantajes y amenazas.

Hace tiempo, tuve una amiga, que tardó mucho en encontrar al hombre de su vida. No es que hubiera tenido malas relaciones, pero siempre le faltó algo. Cuando encontró ese algo, le diagnosticaron cáncer. Afortunadamente, salió de ello, y ha sido una verdadera prueba de fuego en su relación actual.

Un par de calles más acá, vive otra mujer. Tiene casi un medio siglo, pero está soltera. Es guapa, inteligente, simpática y buena. No puedo entender cómo aún sigue sola.

He conocido el caso de una casi niña, que curiosamente, tuvo un amor puro durante un año, y decidieron dejarlo; para despedirse tuvieron su primera vez, y oh, sí, se quedó embarazada. Ya era tarde, no había ni rastro de lo que sentían al principio.

Sin embargo, hace años conocí a un matrimonio ejemplar, una familia de cine, adultos responsables, con vidas estables y dos niñas pequeñas; una enfermedad muy larga y dura se lo llevó a él.

Cerca de mi casa, una anciana que era monja, se enamoró y decidió salir del convento para casarse. Al final, la vida la llevó hasta el divorcio. Si existiera Dios… no creo que la hubiera dejado marcharse para cambiar su amor eterno por el de un hombre caduco.

En mis múltiples desventuras, he conocido muchas chicas jóvenes, que piensan que su amor lo puede todo, y que algún día ellos se darán cuenta y dejarán de maltratarlas. Inexpertas, inocentes, ilusas. También he conocido a una mujer, mayor, con una vida muy sufrida, que aún sabiendo que su marido, enfermo terminal, es capaz de matarla para que no llegue a ser de otro, temiendo quedarse dormida para que no le haga nada… no es capaz de dejarlo.

Alguien que fue mi hermano mayor, pasó una década con una mujer sabiendo que algo raro pasaba, y era que en realidad, se sentía más atraído por sus amigos que por su novia. En el edificio de enfrente, una mujer de cierta edad, se dio cuenta un día, de que después de haber estado con un montón de hombres, quien verdaderamente la hacía feliz, era una compañera de trabajo, y se acabaron casando.

Una vez, hace mucho, mucho tiempo, estuve loca, loca, loca por un muro por fuera, nube por dentro, y él no sentía lo mismo. Hace poco, él se enamoró locamente de una chica estupenda, y quién sabe por qué, ella le dejó hundido en un profundo pozo oscuro. Duele mucho ver sufrir a otra persona, pero es ley de vida.

Después de más amantes que mi cuñada, pero menos que Paris Hilton, cuatro novios formales (uno de ellos que me dejó dos hijos), tres amores platónicos (uno de ellos platánico), y más de un beso repugnante, aún sigo sola, casta y pura.

La persona que me contó la primera historia, me dejó. Y no una, sino dos veces. Cuando le conocí, le odiaba, y si hablaba con él era porque a veces, tenía la suerte de ir con él y con su amigo (que estaba muuuuuy bueno) al cine. Pero después de ver la peli “La casa de la colina encantada” me enamoré misteriosamente de él. Me quería tanto, que una noche vino a verme en condiciones no aptas para conducir, y en esos infinitos kilómetros que nos separaban, tuvo un accidente. Ni siquiera cuando yo recorrí esa distancia, conseguí que me dijera que sí. Juré que pese a todo lo enamorada que estaba, jamás consentiría poner las cosas de tal forma, que existiera la posibilidad de que me dejase una tercera vez. Vamos, que no volvería con él a no ser que fuera para matarnos juntos (pues sí, soy mu exagerá). A veces me acuerdo de Sabina, el calefactor, la peste a Ducados y el olor a bahía… los pollos, la Gacela…

Definitivamente, en el mundo, el amor está muy mal repartido.

4 comentarios:

Masakoy dijo...

El mundo no está mal repartido, es así.

El otro día creo que no te dí las gracias, ¡gracias!

algún día te lo cuento.

hasta el infinito y más allá

ana dijo...

pues vaya mierda mundo,no? no hace falta que me las des, yo soy así y hago lo que me da la gana. qué me vas a contar?

Anónimo dijo...

Hace ya cinco años que no fumo ducados... el Sabina si que lo sigo escuchando, es un vicio del que no me he podido quitar... En esencia soy el mismo, mas zarandeado por la vida, como tu, como todos, pero tambien me acuerdo de aquellos buenos momentos. Recuerdo una mañana en que me desperte antes que tu, y te vi alli acostada, a mi lado, tan inocente, tan guapa,... llore porque sonaba una musica muy triste, creo que empece a adivinar que algo malo pasaba... y bueno, esa mañana te compre un ramo de flores. El primer ramo de flores que he comprado a nadie, quitando creo, que a mi madre...
La vida nos a apartado uno del otro, como de la bahia, pero en un rincon de nosotros, ahi seguimos, abrazaditos, oliendo a mar, inocentes y llenos de vida. "cabalgamos, Sancho, cabalgamos, luego estamos vivos..."
No te dejare una tercera vez, ahora ahi gente que te necesita mucho mas que yo, no podremos matarnos juntos, eso no es valentia, sino cobardia pura y dura, no tiraremos la toalla... te visitare en octubre, te lo juro por Sabina, y nos reiremos de todas tus tonterias, te voy a contar unos cuantos chiste que he aprendido... y te recordare las noches en vela en la carretera magica, las noches en que dormimos en la playa y el rumor de las olas... Un beso fuerte desde la tierra del embrujo y de la Alhambra.

Pd: aunque nunca te lo digo, eres una persona muy especial, y esto si lo sabes: vales mucho.

"SOBRE EL CORAZON, UN ANCLA.
Y SOBRE EL ANCLA, UNA ESTRELLA.
Y SOBRE LA ESTRELLA, EL VIENTO.
Y SOBRE EL VIENTO, LA VELA..."

"...en sueños, la marejada, me tira del corazon, se lo quisiera llevar..."

ana dijo...

Cuando mi hija se eche novio, le contaré mi experiencia de una bella historia de amor, correspondido y eterno. El tiempo y el espacio en el que ahora vivimos, es paralelo; lo que pasó, quedó en su sitio, no fue antes de o después de, sino que fue, y siempre, siempre, estará en ese mismo sitio. Aquella ana, simpre amará a aquel Juan, y algún día, tendrán doce hijos y una perra. Mientras, tú y yo seguiremos hablando y viéndonos de vez en cuando, sabiendo que ellos serán eternamente felices.
Siempre conservé ese ramo encima de mi cama. Se quedó en casa de mi madre. Pero cierro los ojos, abro la puerta y alguien dice "Ana? estas flores son para tí". La tarjeta aún la tengo.