jueves, 26 de junio de 2008

ESTOY ACUSADA.

ME ACUSAN de criar a mis hijos de forma salvaje. Porque están siempre desnudos, porque juegan al sol, porque desarrollan su agilidad.
ME ACUSAN de ser consentidora, por dejar que ellos decidan cuánto quieren comer o si les apetece o no (como si yo pudiera controlar su estómago!).
ME ACUSAN de no educar a mis hijos para vivir en sociedad, porque hacen pis en la arena y no en la taza.
ME ACUSARON de ser mala madre por no darle un biberón a mi hija, por confiar en la lactancia.
ME ACUSARON de ser liberal por vivir mi vida como quiero y hacer sin tapujos lo que muchos hacen a escondidas.
ME ACUSAN, pero no se atreven a decírmelo. No son ellos, cobardes, es su voz la que me habla. Hipócritas, sus ojos me miran preocupados, pero al darme la vuelta siento cómo me arde la espalda.
ME ACUSARON de irresponsable, por quedarme embaraza.
Y después, ME ACUSARON por asumir mis nuevas responsabilidades y no “quitarme los problemas de encima” (asesinos!).

No hay comentarios: