jueves, 13 de noviembre de 2008
sábado, 4 de octubre de 2008
TRADUCCIONARIO IV
Pilios: fideos
Melada: mermelada
Lelón: león
Valentín: maletín
Baditas: braguitas
domingo, 28 de septiembre de 2008
ATRACCIÓN PLATÓNICA V: TRENES.
Hay trenes de chocolate, de esos que tienes que empezar a comértelos por las ruedas para que no se escapen. Esos trenes, se deshacen lentamente cuando te sientas, nunca llegan a ninguna parte, ni hacen uuuuuuuuuuuh, uuuuuuuuuuuuuuuh. Tu compañero de viaje, también es de chocolate, y se va dejando morder por todo el mundo que avanza por el pasillo. Acabas con dolor de barriga, llena de granos, e incluso a veces con una fisura por el estreñimiento. Todo el viaje se ve de color marrón… chocolate. Puedo caerme y ser arrollada. Me quedaría coja de por vida.
Hay otros trenes, que son de dieta mediterránea, sana y equilibrada. No todo el tren está rico, pero es sano. Tal vez, el combustible se acabe y el viaje no sea eterno, pero al menos será un viaje agradable, y la despedida no será dolorosa. Tu compañero de viaje, no es perfecto, pero tiene una bonita conversación y juntos resolvéis grandes problemas con la palabra. Prefiero esperar a que pase mi tren y hacer un viaje seguro.
ATRACCIÓN PLATÓNICA IV: AUTOCONTRADICCIÓN.
El camino a casa ha sido vacío. Lo único que recuerdo es el sonido de mis pasos. Ahora en el sofá, descalza, echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos…
La única razón por la que me liaría contigo, sería porque los dos lo deseamos. Tus labios y tu lengua me llaman…
Pero hay infinidad de razones por las que no lo haría.
-Estás casado con una mujer. Sí, el problema es tuyo, pero no sería la primera vez que vienen a buscarme al trabajo o me llaman a horas imprudentes.
-Estás enamorado de otra.
-Esta otra mujer, que está enamoradísima de ti, no podría hacerle daño ni a una mosca; yo, sería incapaz de hacérselo a ella, no lo merece.
-Tengo que estar centrada en mi vida, mi familia, mis estudios y mi casa.
-Quiero darle un buen ejemplo a mis hijos. Nosotros, no fumamos, no bebemos coca-cola… ni nos liamos con gente porque sí, porque hay otras cosas más importantes.
-Tampoco quiero que le digan a mis niños en el cole: "mi mamá dice que tu mamá es una guarra que se tira a hombres casados".
-Ya pasé hace tiempo esa época, y no me dio otra cosa que problemas y disgustos.
-Hace mucho, mucho tiempo, que no beso a alguien, y la próxima vez que lo haga, quiero que sea muy especial.
-Nunca he tenido una primera vez bonita y romántica. La próxima vez que tenga relaciones sexuales con alguien, tiene que ser algo para recordar.
-No quiero volver a sentirme un coño con patas. SOY UNA PERSONA, y por supuesto que me dejo querer, me gusta que me quieran, y que me mimen, pero no me gusta que me follen y adiós.
-No soy una ONG, y por mucha carita de pena que me pongas, no voy a ceder. Soy buena, y generosa, y me encanta agradar a los demás y ayudarles… pero no a cualquier precio, ese tipo de favores se acabaron hace tiempo.
-Hay personas que me quieren, me apoyan y confían en mí, no voy a cagarla enrollándome contigo.
-Nuestras situaciones personales no son nada propicias ni favorables para ese tipo de encuentros.
-Nuestras situaciones “laborales” se verían seriamente perjudicadas (eso siempre pasa).
-Éste es un pueblo en el que las calles hablan.
-Cuando tenga alguna relación con alguien, quiero poder hablar de ella abiertamente, sin esconderme.
-La persona que de verdad quiera acostarse conmigo (conmigo es conmigo, y no con cualquiera) tiene que esperarme, darme tiempo y apoyo. No me gustan las cosas para anteayer.
-El olor a tabaco y los efectos de la cerveza restan puntos.
-Tú sabes que para mí el sexo no es algo fácil, y ni siquiera tienes un poco de tacto y delicadeza.
-Tengo miedo, no quiero sufrir.
-Si lo que quieres es echar un polvo, puedes irte de putas.
-Me preguntaste qué esperaba de ti…pues al menos esperaba que me hubieras llamado al día siguiente para saber cómo estaba. Ya veo tu preocupación.
-Cualquier muestra de afecto es una mera artimaña para hacerme caer.
lunes, 22 de septiembre de 2008
TE LO PERDISTE
Cuando su voz ya no te atrapa
Cuando sus manos ya no te llaman
No sientes nada
Cuando sus cuentos ya no hacen gracia
Cuando la sonrisa es forzada
Cuando abstraída escuchas… y callas
No sientes nada
Cuando sus quehaceres no te interesan
Cuando sus virtudes son un grano más
en un desierto de carencias
no sientes nada
Cuando el fin del mundo queda lejos
Cuando ya no aparece contigo en el espejo
Cuando no mueres por verle mañana
No sientes nada
Cuando apenas recuerdas ese beso
Cuando has olvidado cómo le encontraste
Cuando ya no recuerdas sus llamadas
No sientes nada
Cuando su bien lo haces por ti
Cuando su desamor no lo sufres como tuyo
Cuando no tienes la culpa de lo que falla
No sientes nada
Cuando no sientes nada
Es un alivio
Y una pena muy grande!
ATRACCIÓN PLATÓNICA III: LA FELICIDAD AJENA ES MÍA
He pasado una noche muy feliz, con sus momentos de pena, pero disfrutada al máximo. Cuando un hombre te declara amor eterno y te jura que eres la mujer de su vida, puede estar mintiéndote. Cuando te confiesa los sentimientos hacia otra mujer, te dice la verdad. Me gusta oir hablar de amor, me nutro del amor de otros, ver a la gente enamorada me llena de alegría, y me provoca sonreír y sentir el aire llenándome. Al pensar en ti, me temblaban las rodillas, me sentía nerviosa y excitada. Lo que mi cuerpo notaba, es que tu historia de amor estaba cerca de mí, iba a ser contada en unas horas, me iba a llenar de gozo escucharla.
Ya no pienso en ti y en mí, sino en ti… y en ella. Porque no es mi momento, no es mi historia. La vuestra es más bonita, preciosa, infinitamente bella. Sí, yo podría tener una anécdota, algo para contar, pero me llena más una historia que sin pertenecerme, hoy entró en mí, para formar parte de mi ser, del mí por dentro. Repaso todos tus gestos, tus labios y tu mirada, y siento en lo más hondo cada detalle que me transmites, no hay palabras, sólo el sentir. Quisiera tener poder suficiente para ordenar y hacer justicia. Otro gallo cantaría… Si yo pudiera decidir por otros… sería feliz de ver felicidad… o tal vez no la viera… quién sabe!
ATRACCIÓN PLATÓNICA II: REFRANERO ESPAÑOL.
-La mejor forma de no caer en la tentación, es evitarla (y no quedarte a solas con ella)
-Quien juega con fuego, se acaba quemando
-No la hagas, no la temas
Y como decía don Manolo: lo que no puee ser, no puee ser, y además, es imposible.
A veces, en algunos momentos, se me olvida, pero leo el mensaje de mi amiga, y aterrizo. Yo no merezco esto. Ya he sufrido bastante. No tengo por qué seguir acostándome con cualquiera porque sí. No es eso lo que quiero. Si alguna vez, vuelvo a tener a alguien a mi lado, será alguien que de verdad esté comprometido y se implique. Se acabaron los líos de una noche, los jóvenes egoístas, los hombres casados. Esas experiencias, tuvieron su época, y ahora soy madre y quiero dar un buen ejemplo a mis hijos. No quiero que el día de mañana mi hija sea una boba que se deje engatusar, ni mi hijo un mujeriego. Quiero que mis hijos crean en la familia, en la amistad y en sí mismos. En esta sociedad actual, es difícil, pero es lo que deseo para ellos.
Desde que me quedé embaraza de Claudia, me prometí a mí misma no volver al sexo frívolo. No me ha aportado nada. Bueno, experiencias que ahora forman parte de mí, y darme cuenta de lo cría que soy, y aprender que hay gente muy egoísta a la que no le importa aprovecharse física y moralmente de otras personas.
No sé por qué razón concreta me pasa(ba) (hace taaaaaaaaanto tiempo…), pero el sexo para mí, es nada. La gente cuenta acariciar el cielo, pasarlo bien, la cabeza vuela, el cuerpo ni siquiera está aquí… Alguna vez creo que he estado cerca, pero nunca he sentido todas esas cosas.
Una cosa es el deseo, la apetencia, y otra el deber. El ciclo menstrual (digo yo que será eso) me hace sentir deseo, un deseo loco y ardiente. Pero me debo a mis hijos, a mi casa, a mí misma. Me debo un respeto, merezco que me traten con cariño, que me mimen, no soy un trapo, no soy mujer para un rato. Pero tonta, si así disfrutas, te lo pasas bien… yo no quiero pasarlo bien, sólo quiero no pasarlo mal. Yo me engancho, me enamoro… sufro. Quien quiera quererme, que me quiera sin prisas ni exigencias, que me lo demuestre, que me espere. Paciencia y mucho tacto no es tanto pedir.
ATRACCIÓN PLATÓNICA I: LA BROMA.
Broma: bulla, algazara, diversión. Chanza, burla. Persona o cosa pesada y molesta. Molusco lameli (¿lame qué? ¿lame cómo? Lamelibranquio. Ahhhhhhh.) lamelibranquio marino de aspecto bla, bla, bla… Objeto o asunto cuyo nombre… Hecho o situación que causa incomodidad o inconveniente.
Broma: chiste que hace me hace reír, símil que consigue ruborizarme, tontería que dicen otros a la que le sigue que yo me muerda el labio medio de lado y piense “mejor no te contesto…”. Aquello que esta noche deja de ser lo que es, y mañana despierta en mí como juego, pasado como mirada fija, al otro como reto, al siguiente como… y pierdo el control… y acaba todo mal, muy mal. Mejor no hacer bromas.
Lo que para uno es broma, para otros puede irse tornando serio. Los límites de cada persona son diferentes, al igual que las formas de hacer o recibir esas bromas. Cuando uno empieza a saborear la broma, a dejar de reírse y deshacerla lentamente con la lengua mientras te revoluciona las hormonas… y entra en esa espiral, ascendente, cada vez más cerrada, elaborada, selecta… Espiral escalonada… humor-risa-goce-superación-mirada-sonrisa-no con la cabeza-sí, lo deseo con mi cuerpo-sigue-contesto-no bajes el nivel-sube-caliente-bufffff-pulso acelerado-se me seca la boca-necesito un trago-nos vemos mañana-sí, pero espera un poco-que…bueno…eh…jajaja-jadeo por dentro, un lobo me persigue, corro y corro, quiero fundirme con esa nube gris azulada que envuelve a la luna para no estar aquí… apago todas las luces y me dejo caer desganada sobre la cama mientras la decepción me hace sentir muy triste. ¿Y si yo hubiera…?
La experiencia corta e inexperta de mi corta e inexperta edad me cuenta, que hay cosas sobre las cuales, es mejor no bromear. Sobre todo, con personas con las que haya aunque sólo sea una pequeña y remota posibilidad de que esa broma deje de ser tal y se convierta en oscuro asunto, escondido y peligroso, que no deba existir de manera alguna.
Me prometí a mí misma, hace tiempo, que no volvería a bromear sobre estas cosas de la carne, que es más fantasía, locura y deseo que carne en sí, el pensamiento que no te deja dormir, que lleva a tus manos a arañarte por encima de la ropa con la fuerza de otras manos más grandes y velludas, las ganas que te hacen respirar hondo y agitarte susurrando “lo quiero ahoooooooora”. Imagino cuánto de ciertas serán esas habilidades de las que tanto presumes… ¿será tu boca tan jugosa como prometen tus carnosos labios? ¿o… ya me gustaría a mí? Una noche tras otra. Hasta altas horas… Mi cabeza pasa rápidamente imágenes y sonidos que me excitan y me provocan desasosiego, nada me calma, mi cuerpo está sobrecargado de tensión, me duele todo… y no quiero que llegue la noche de mañana y seguir con esta tortura, una sesión de automasoquismo en la que el placer me causa dolor, pero con ese dolor, casi rozo el placer… casi… casi… y nunca llego.
Y al día siguiente… el pedestal en el que te posé con delicadeza y mimo para que no te diera vértigo, se va modelando poco a poco, subiendo y subiendo, hasta perderlo de vista, y llega un momento, en el que no sabes dónde está el punto exacto en el que dar la patada para que caiga y se derrumbe enterrándote. Pero todavía estoy a tiempo de no traer más barro, de parar, y quiero hacerlo, porque no merezco esto. No merezco complicaciones ni problemas, enemistades ni comentarios a mis espaldas.
Desear… puedo desear y deseo que hagas una réplica mía de barro, a tamaño original, y que tomes las medidas con tus propias manos, que yo acabe llena de barro y que la figura acabe siendo igual que yo salvo en la sonrisa final. La realidad, lo que hay aquí y ahora… es que cualquier árbol o pájaro es bello para hacerlo eterno, pero sólo puedo acompañarte a buscarlo, no debo ser yo la que pose para ti.
Y la noche, me lleva hasta ti, encontrándonos en cualquier rincón sin luz, buscándonos a tientas, mordiéndote la boca y siguiendo con mi dedo corazón la línea de tu espalda bajo tu camiseta. Me abrazo a ti y me acuerdo de todas las veces que me haces reír, y ahora sonrío pensando en que por fin puedo llenar mis pulmones de aire y soltarlo mientras se me eriza la piel. Enrosco mis dedos en el poco vello de tu cintura y te rasco despacito siguiendo el cinturón que ya apenas te hace falta. Y siento tu lengua, jugosa y lenta, profunda y certera, y deseo poder sentirla en otros labios. Me gusta, me gusta mucho cómo me muerdes el cuello, primero rozándome despacio de la oreja al hombro, del hombro a la oreja, y… ahora con fuerza te acercas a la nuca… la humedad de tu boca me excita enormemente, y mis uñas te agarran.
QUÉ MAL REPARTIDO ESTÁ EL MUNDO
Hoy me contaron una historia de amor. Un chico marroquí que estudiaba en España, se enamoró de una chica japonesa que había venido a aprender el idioma. Él habla tres idiomas, y ella otros tres, pero sólo coinciden en español. Vivieron juntos durante un año, y ella tuvo que volver a Tokio. Han esperado los dos a que ella pudiera regresar, pero por problemas familiares la espera está siendo larga. Confían en verse pronto.
Existe otra chica extranjera, que vino a España a conseguir dinero para casarse y está viviendo en el vacío. El único novio que ha tenido en su vida, está a miles de kilómetros, y ella viajó hace un año para hacer la pedida de mano. Ahora, ninguno sabe lo que siente.
Tengo un amigo, que vino del Norte al centro para estar con una chica, pero la historia no acabó bien. Ahora que vive en el centro, se ha echado una novia en el Norte, otro Norte un poco más pa´cá que pa´llá, pero Norte al fin y al cabo. Trajo a Madrid sus íntimas canciones de amor y desamor, y ahora las exporta a su tierra.
Otra amiga mía, ha tenido dos novios con los que al final no llegó a nada, y dejó de lado a sus amigos y su vida por ellos, los veía demasiado. Ahora tiene otro novio, que es un sol, y necesita casi cinco horas de tren para poder estar con él.
Sin embargo, no muy lejos de aquí, hay una mujer que lleva años casada, y desea separarse; los motivos, los desconozco, pero sé que ella necesita dedicarse a ella misma, a hacer las cosas que le gustan y le llenan. No es capaz de ser valiente. Vive bajo el mismo techo que su marido, y no quiere ni verle. Ya no siente amor, pero cede ante sus chantajes y amenazas.
Hace tiempo, tuve una amiga, que tardó mucho en encontrar al hombre de su vida. No es que hubiera tenido malas relaciones, pero siempre le faltó algo. Cuando encontró ese algo, le diagnosticaron cáncer. Afortunadamente, salió de ello, y ha sido una verdadera prueba de fuego en su relación actual.
Un par de calles más acá, vive otra mujer. Tiene casi un medio siglo, pero está soltera. Es guapa, inteligente, simpática y buena. No puedo entender cómo aún sigue sola.
He conocido el caso de una casi niña, que curiosamente, tuvo un amor puro durante un año, y decidieron dejarlo; para despedirse tuvieron su primera vez, y oh, sí, se quedó embarazada. Ya era tarde, no había ni rastro de lo que sentían al principio.
Sin embargo, hace años conocí a un matrimonio ejemplar, una familia de cine, adultos responsables, con vidas estables y dos niñas pequeñas; una enfermedad muy larga y dura se lo llevó a él.
Cerca de mi casa, una anciana que era monja, se enamoró y decidió salir del convento para casarse. Al final, la vida la llevó hasta el divorcio. Si existiera Dios… no creo que la hubiera dejado marcharse para cambiar su amor eterno por el de un hombre caduco.
En mis múltiples desventuras, he conocido muchas chicas jóvenes, que piensan que su amor lo puede todo, y que algún día ellos se darán cuenta y dejarán de maltratarlas. Inexpertas, inocentes, ilusas. También he conocido a una mujer, mayor, con una vida muy sufrida, que aún sabiendo que su marido, enfermo terminal, es capaz de matarla para que no llegue a ser de otro, temiendo quedarse dormida para que no le haga nada… no es capaz de dejarlo.
Alguien que fue mi hermano mayor, pasó una década con una mujer sabiendo que algo raro pasaba, y era que en realidad, se sentía más atraído por sus amigos que por su novia. En el edificio de enfrente, una mujer de cierta edad, se dio cuenta un día, de que después de haber estado con un montón de hombres, quien verdaderamente la hacía feliz, era una compañera de trabajo, y se acabaron casando.
Una vez, hace mucho, mucho tiempo, estuve loca, loca, loca por un muro por fuera, nube por dentro, y él no sentía lo mismo. Hace poco, él se enamoró locamente de una chica estupenda, y quién sabe por qué, ella le dejó hundido en un profundo pozo oscuro. Duele mucho ver sufrir a otra persona, pero es ley de vida.
Después de más amantes que mi cuñada, pero menos que Paris Hilton, cuatro novios formales (uno de ellos que me dejó dos hijos), tres amores platónicos (uno de ellos platánico), y más de un beso repugnante, aún sigo sola, casta y pura.
La persona que me contó la primera historia, me dejó. Y no una, sino dos veces. Cuando le conocí, le odiaba, y si hablaba con él era porque a veces, tenía la suerte de ir con él y con su amigo (que estaba muuuuuy bueno) al cine. Pero después de ver la peli “La casa de la colina encantada” me enamoré misteriosamente de él. Me quería tanto, que una noche vino a verme en condiciones no aptas para conducir, y en esos infinitos kilómetros que nos separaban, tuvo un accidente. Ni siquiera cuando yo recorrí esa distancia, conseguí que me dijera que sí. Juré que pese a todo lo enamorada que estaba, jamás consentiría poner las cosas de tal forma, que existiera la posibilidad de que me dejase una tercera vez. Vamos, que no volvería con él a no ser que fuera para matarnos juntos (pues sí, soy mu exagerá). A veces me acuerdo de Sabina, el calefactor, la peste a Ducados y el olor a bahía… los pollos, la Gacela…
Definitivamente, en el mundo, el amor está muy mal repartido.
TRADUCCIONARIO III
jueves, 24 de julio de 2008
LOS PLACERES DE LA VIDA
Un donut de chocolate blanco en cualquier soportal de la Gran Vía, mirando a todo el mundo correr, y sacando el oído selectivo para escuchar sólo la lluvia (sí, se puede hacer, incrédulos).
Sentir que te chorrea el sudor y meterte en la piscina sabiendo que hoy, no tienes nada más trabajoso que hacer.
Acabar de limpiar toda la casa y tirarte en el sofá a escuchar el silencio (ni un ácaro se escucha comer, los he echado todos fuera!).
Salir de la ducha, y sentirte sexy porque sabes que hoy, te has deshecho de todos los pelos inservibles de tu cuerpo (las cejas sirven para que no entre sudor en los ojos, y los de la cabeza para no parecer bombilla).
Un trocito de tarta de queso a escondidas del mundo, cuando juras a diario que hoy, tampoco te saltaste la dieta.
Hacer zapping y eeeeeeeh, esa peli hace mucho que no la veía, y es mi favorita! (Echo de menos Mary Poppins y El Mago de Oz).
Abrir una caja del fondo del armario y encontrar ese pin que te regaló… en ese momento que…
Pasar las páginas de tu agenda (que no es lo mismo que mirar la lista de contactos del móvil) y darte cuenta al acabar, que te has pasado todo el rato sonriendo!
Recorrer tus vivencias sexuales y sentir en lo más profundo de ti que aún eres pura porque ese alguien no ha llegado aún. (La esperanza es lo último que se pierde).
Saltar como una cría en un probador, porque síiiiiiii, es una talla menos!!!!!!!!!!!!!!! Toma!
Un par de huevos fritos con patatas y darte el gustazo de quitarte los zapatos y dormirte sin ni siquiera quitar la mesa (si eso, ya luego…).
Que te llame ese imbécil que pasó de ti hace tiempo para decirte cuánto te echa de menos y responderle “perdona, no te he entendido, es que mi marido me está haciendo muy, muy, pero que muy feliz en este momento, decías…?” (toma farolazo).
Levantarte después de una fiesta en tu casa y darte cuenta de que tu amiga entró sigilosamente por la mañana y lo recogió todo.
Tener una agradable conversación con un amigo, aunque sea estando callados.
Confesar algo íntimo y feo a ojos de la sociedad y que la persona que esté delante de ti se ría, te agarre del brazo y diga “a mí me pasó lo mismo” (el placer de respirar).
Parir. Te quedas más a gusto… Y darte cuenta de que ya no tienes que levantarte veinte veces a hacer pis por la noche… eso no tiene precio!
El día de tu cumpleaños, a última hora, en el último momento, justo antes de las doce, leer ese mensaje de felicitación que pensabas que esa persona, no se acordaría de mandarte.
Levantarte a las doce de la mañana y saber que te puedes quedar un ratito más porque tienes hasta la comida hecha.
Estar cada día más segura de que no te equivocabas con esa persona.
Continuará…
TRADUCCIONARIO II
Fido: frío, Claudia
Pio: frío, Ariel
Panan: pañal
Lelado: helado
Otas/etas: cambia la teta
Tajeta:tijeras
Se cayó: me he caído
Nanané: Santander
Quesó/ papá: Jesús (padre de Celia)
RELÁJATE CONMIGO
Y diréis para vosotros mismos… ¿y ésta? ¿De qué se queja? Si no estudia, ni trabaja, ni tiene que cumplir con obligaciones maritales! Pues es que mi padre está pasando unos días fuera, y claro, me toca a mí hacer sus labores: regar las hortensias (esas que se están empezando a pochar), planchar (eh, que conste que yo no le obligo), y limpiar la piscina. Como no hay otra hora en la que los niños me dejen un rato tranquila, me ha tocado pasar el limpiafondos en la siesta: el sol en tó lo alto, taitantos grados y sin sombra alguna donde cobijarme. Me he puesto una camiseta para no quemarme la espalda, pero la cara se mha puesto… parezco una alemana. Pero no, ya sé que estáis pensando alemana como la Chiffer, que soy igual de bella pero en castaño, pero que no, de verdad, que parezco alemana, alemana, de las que hablan alemán de ese raro y cuando ven un autobús lleno de gente, lo llaman “subenempujenestrujenbajen”.
Hablando de parecidos, últimamente me sacan parecidos a gente famosa, más que razonables. Tengo una amiga, que dice que mi niño se parece a Madox, el hijo de Angelina Jolie, y claro, evidentemente, entonces yo me parezco a Angelina. Pero anda ya… si el niño ese es adoptado... ¿y qué, cacho lista? Si yo cuando estudiaba, ehhh… (estudié, algo, se puede decir que estudié) que las personas nos desarrollamos según la genética y el ambiente. Anda, anda, y ahora qué? Pues eso, que Madox se parece a su madre por el ambiente, y mi niño a mí por la genética, y por esta regla de tres, yo me parezco a Angelina. Y el que vale, vale, y el que no, pá letras.
Además, mi hijo me saca parecido a Pamela Anderson, o a cualquier otra vigilante. Atención a la que me lía por las tardes: se coge su carrito rosa con su muñeco rosa, y se pone a andar por el borde de la piscina, y cuando llega a la esquina, tira el carrito (y al muñeco, con su pañal y todo el equipo), y empieza a llorar “Eco, eco, eco”. Tengo que ir nadando a rescatarlo, con mi bañador verde, que no rojo, y sumergirme para salvarlo de morir ahogado (muerto debe estar, porque antes le apretabas la tripa y decía “mama, mama, papa, papa”, y ahora no dice ná). Se lo doy a mi niño, me sonríe y dice “gasia”. Todos los días el mismo episodio, mismo argumento, mismos protas y mismo bañador.
Y es que mi hijo, es un sol, es súper simpático. Siempre va saludando a tó lo que se menea. Y hoy, hasta a lo que no se menea. Ha hecho caca en el patio, se incorpora, y dice “adiós” y se despide con la mano mientras se va yendo de la peste. Y luego hay gente que dice que yo no los educo para vivir en sociedad y que los tengo asalvajaos. Amos, no jodas! A ver quién conoce a niños más agradables y educados que los míos… si la envidia fuera tiña… La otra ha visto que yo me partía de risa, y ha empezado a dar vueltas alrededor de la caca “adiós, caca, adiós” (canturreando). Ahí estaban los dos a las once y media de la noche ayudándome a tender. Dentro de diez años, cuando mis amigas empiecen a tener hijos, yo querré tener más, seguro. Claudia y Ariel ya serán preadolescentes, y no me podré reír tanto! “No cabo”, “no quepo”, “no cabo”, “Claudia, se dice no quepo”. Creo que esto nos ha pasado a todos. A ver a qué listo que conjugó el verbo caber se le ocurrió que tenía que ser yo quepo y tú cabes. Si ejque no tiene razón de ser!
domingo, 20 de julio de 2008
DESAPARECE II
Cuando te conocí, estaba acostumbrada a ser fuerte, a no quejarme físicamente. Y contigo, me sentía a gusto, y me abrí. Sentí el apoyo que nunca había tenido, me tragué como una imbécil todo lo que me decías. Como todo el mundo, como tu familia, como la gente del trabajo, creía que de verdad eras bueno, calladito y modosito, un cielo. Pero qué razón tiene mi abuela cuando dice “de las aguas mansas me libre Dios, que de las bravas, me libro yo”, y es que no se te veía venir, hijo de puta! Hasta a ella se la colaste, que me dijo “ay, hija, qué suerte has tenido, qué bien te trata”. Y mira… De ayudarme en casa: “qué bueno, que cocina, plancha, friega… e incluso quiere llamarme de usted para respetarme más”, a no darme ni un duro para mantener a mi hija, con siete meses de embarazo. Abriste la hucha de Claudia para comprarte ropa e invitar a tus amantes a cenar.
Mi vida era mierda, pero era mi mierda, y tú la destrozaste. Tú me has roto la confianza en los demás, la ilusión por formar una familia tradicional, ya no creo en ningún hombre, ni en el amor, ni en la pareja, ahora sí rechazo el sexo por completo, y te odio. Me das asco, quiero que te vayas de nuestra vida para siempre.
No sé cuánto tiempo me queda para olvidarme del todo de tantas cosas que me has hecho. A veces, me miro las piernas y aún me veo cardenales. Me peino, y cuando levanto los brazos, veo las marcas de tus dedos en mi piel. Cuando los niños jugando me tiran del pelo me acuerdo de todas las veces que me tiraste al suelo de esa manera. No se me olvida cómo me arrastrabas por la casa de los tobillos de madrugada, cómo me empujabas y me hacías caer en la cama. Me encerrabas en la habitación en pleno verano, con calor, y me abrías la puerta del baño sin dejarme ninguna intimidad. “Si te quedan marcas es porque eres muy sensible”. Claro, sería por eso. Bestia.
Me quitabas el móvil, me lo registrabas, te llevabas mi tarjeta para que no pudiera hablar con nadie. Te venías conmigo al ciber para saber quién me escribía. Me acusabas continuamente de serte infiel, embarazada y con una niña. Me llamabas puta y me decías que estaba deseando follarme a otros y buscarle otro padre a mis hijos. “Claudia es mi hija porque se parece a mí, pero a saber de quién es ese niño que llevas dentro”. “Me voy a llevar a mi hija a Ecuador, a ése, quédatelo tú”. “Si vas a trabajar al Telepizza es porque hay un negro, verdad? Eso es lo que a ti te gusta”. En varias ocasiones te dije que se cree el ladrón que todos son de su condición, y pedazo de cabrón, te cambiaba la cara en ese momento y replicabas “pero mi amor, en serio piensas que yo sería capaz de ponerte los cuernos?”. Inocente de mí, un día detrás de otro. Y lo peor, no era eso, sino que no nos protegiste, ni a los niños, ni a mí, nos expusiste a cualquier enfermedad sin saberlo, eso no tiene ni nombre, es imperdonable.
Se oía en la tele “la víctima número x de violencia doméstica…”, “a saber qué habrá hecho para que la mate su marido, si es que en España os lo buscáis”. Sólo conseguía respirar cuando te marchabas por la mañana, pero cuando la llave se metía en la cerradura a las siete… otra vez se me hacían piedra los pulmones. El ahogo de la impotencia se me ahogaba en lágrimas. Sentía que te quería tanto, que todo era posible, hasta que volvieras a ser como antes ( qué tontería, era todo mentira). Con mi amor todo se iba a solucionar, tú reaccionarías, inocente, inocente…
Horas y horas de mediador, de psiquiatra… para nada. Mi Fernando y mi Jesús, que tanto me han ayudado, hasta de ellos tenías celos. Tú pasabas de tratamientos y sólo exigías. Yo no podía tener amigos, ni hablar con hombres de ninguna clase. Me cebabas como a un gorrino, y me decías que no hacía falta que me depilara, que así estaba bien. Menudo moro. Pero moro, moro. Tuve un novio de Marruecos, y jamás me trató así, nunca me faltó el respeto, ni me prohibió nada, ni me mandó al torreón. Tú sólo querías que fuera de tu propiedad. ¿Qué vas a enseñarle a mi hijo, a abusar de las mujeres por la fuerza? ¿Y a mi hija? ¿A ser sierva, súbdita y esclava de un hombre? ¿A que tiene que acceder a todo tipo de chantajes? No te acerques a ellos, vete.
Perdí la cuenta de las veces que te dije que no me apetecía, que no quería, que por favor, me dejaras en paz. A veces con la única fuerza de mis brazos, otras con los ojos encharcados. Y tus amenazas y chantajes: “pues no te extrañe si me voy con otra”, “si tu no accedes a esto que yo quiero, lo buscaré por ahí”, “conmigo no quieres hacer esto, pero seguro que con lo puta que eres, no te ha importado hacerlo con otros”. Cuántas veces me dijeron en la calle que me ponías de loca… tan experto tú, claro, que decías que tenía doble personalidad, hasta en el juicio dijiste que tenía un trastorno bipolar y que tenía que tomar medicación… joder. No tienes ni puta idea de lo que son la enfermedades mentales.
“Si un hombre hiciera daño a mi hermana, lo mataría”. “Si a tu hermana le hicieran todo lo que tú me haces a mí, qué pasaría?”. “A saber qué habría hecho ella para merecerlo”.
Amenazabas con suicidarte si te dejaba, todavía estoy esperando que lo hagas. Amenazabas con suicidarte, si no volvía contigo. Aún estás a tiempo. Amenazabas con suicidarte si no veías a tus hijos a diario. Lo que mereces es morirte por no tener la decencia de venir a verlos.
“Tus amigos sólo quieren acostarse contigo, y tus amigas que les soluciones la vida. Nadie te quiere”. Fran me quería muchísimo, Dani siempre se portó bien conmigo. Celia es mi hermana de corazón. Las únicas personas que me habéis mentido con respecto a vuestros sentimientos, sois mi madre y tú. Sí me siento querida y nunca traicionada, el resto del mundo me valora, no soy ninguna alfombra ni objeto sexual.
“Algún día reharás tu vida y estarás con un tío”. Perdona, pero tú tienes tu vida, y mi vida, son mis hijos. No hay nadie que esté ni hoy ni mañana por encima de ellos. Gracias a ti, no puedo confiar en ningún hombre, pero si se diera el caso, jamás estaría por delante de ellos, no soy como tú, yo no los cambio por un par de polvos. No he sentido nunca eso que llaman el instinto maternal, nunca quise tener hijos, y me costó quererlos y asumirlos, pero ahora, soy madre. Tú no eres nada.
DESAPARECE
Tienes muuuucho tiempo libre: no trabajas, no haces nada útil, no tienes que descansar del trabajo (menuda excusa), y no vienes a ver a tus hijos. Siempre tienes prisa por marcharte, y bastante habitualmente llegas tarde, no avisas, no te presentas… cualquier cosa es más importante que tus hijos. Me acuerdo de tus palabras en la calle Pez: “ el día que yo tenga hijos… ay! Esa es la ilusión de mi vida, voy a trabajar mucho entre semana, y los fines de semana los dedicaré por entero a ellos”. Mentira. No cumples económicamente, les debes más de medio kilo, no ingresas puntual, das (cuando das) prácticamente sólo la mitad de lo acordado, a veces incluso menos. Ni siquiera has tenido huevos a darle a mi padre las gracias por acoger a tus hijos en su casa y por mantenerlos.
Jamás los acompañas a una revisión, nunca preguntas qué me dijo el pediatra, no me pides ver el libro de vacunas, ni te has interesado lo más mínimo por cuándo se tienen que escolarizar los niños, y mucho menos por los trámites, papeleos, becas, solicitudes, listados… Le hiciste las fotos a la niña porque la tienda está enfrente, porque yo te di el dinero, y porque casi te tuve que suplicar. Crees que con llamar dos veces a la semana y preguntar “cómo están los niños?”, bien, “ah, vale, sólo llamaba para eso. Chao”, ya has cumplido como padre. No te encargas de su educación, de su crianza, de nada. No compartes tareas ni responsabilidades. No les lavas la ropa, les planchas, les haces de comer, les haces la compra, limpias sus juguetes, les bañas, les cantas, les entretienes, les enseñas a contar, les enseñas a ir al váter, les enseñas a cruzar la calle, a quererse, a perdonarse… nada. Sólo les llevas al parque “porque cada uno tiene su forma de criar a sus hijos” (no eres más tonto porque no eres más grande). Ni siquiera sé dónde localizarte si les pasa algo, no tienes ni teléfono, ni una dirección!
“Pues deja que me los lleve un fin de semana a mi casa”. Pero tú realmente te crees que yo soy tan gilipollas como para dejar que te lleves a mis hijos a saber dónde (la última casa que conocí tuya tenía cucarachas de medio kilo jugando al póker en mesa del salón, no jodas!), con a saber quién (cambias de churri/ novia/ amante cada tres meses, a cada cual, peor), a saber en qué condiciones, horarios, y comiendo a saber qué con arroz. Tus hábitos de vida en los últimos tiempos dejan bastante que desear, ataques epilépticos por no dormir (y por alguna copa que otra), salir todos los días de la semana, no tener ni un duro en el bolsillo (como para que te pase algo estando con los niños). Si no quiero regularizar la situación, es porque me niego a que un juez me diga que te tienes que llevar a los niños un mes en verano, yo me muero si no veo a mis hijos cómo se duermen cada noche y cómo sonríen cuando despiertan cada mañana. Hasta que no sean capaces de llamar por teléfono y decir “mami, no te preocupes, estamos bien” o “mamá, ven a por nosotros, no aguantamos más”, mis hijos no se irán contigo, eso tenlo claro.
Si mis hijos tienen contacto con tus padres es porque yo me encargo de llamarles y ponérselos al teléfono, de mandarles algún detalle de vez en cuando, y de enviarles fotos. Si por ti fuera, no sabrían nada de los niños desde hace… dos años por lo menos. Si tienen contacto con tu hermana, es porque ella viene a mi casa todas las semanas, y hablamos un día sí y otro no. Preguntan más por ella que por ti, y le hacen más caso. Ella no tiene prisa, y cuando viene, me ayuda de verdad, cuando ella está aquí, yo descanso.
Por mucho que te llamen papi, tú no formas parte de la familia. Has quedado reducido al aportador de esperma. Quienes somos la familia, quienes nos involucramos con ellos, somos la tía Pili, la tía Celia, mi padre y yo. Nosotros somos los que sacamos a los niños adelante. Tú simplemente eres ese “señor” que los lleva al parque dos horitas de mierda a la semana.
EN LA SOLEDAD DE LA NOCHE
Quiero pedir perdón a mis niños… hoy me he portado muy mal con ellos. He descargado toda mi ira gritándoles por todo, y no lo merecen. He sido realmente mala. Soy una cobarde que no consigo expresar lo que pienso y lo que siento, y las cosas se me van haciendo más y más pesadas cada día hasta que reviento, con las personas equivocadas. De ser dañinamente sincera he pasado a callar, y sigo sin poder hablar de mi opinión, de cómo veo las cosas realmente, sin disfrazarlas ni suavizarlas. Por más horas de terapia, sigo sin poder expresar mis necesidades. Tengo miedo al no, a la contraria, a que me desmonten los argumentos… a seguir teniendo a alguien por encima que “sabe más”, y que lleva “toda la razón porque sí”. Estoy agotada de estar bien, de estar calmada, de cumplir con mis obligaciones obligatorias y con mis obligaciones adquiridas, de estar ahí. Yo también NECESITO. Necesito de vosotros, necesito que me ayuden, que me den cariño, que me llamen, que estén pendientes de mí, que me sorprendan, que me mimen. Dar es bonito, pero yo también necesito que me den algo a mí. Hoy, sí he echado de menos muchas cosas. Pero he sido yo misma la que ha elegido vivir así, no puedo reclamar nada. Y si pudiera, pues tampoco lo haría. Me pueden los miedos.
miércoles, 16 de julio de 2008
YA FALTA MENOS
Estoy mucho mejor. Sí. Como nunca, diría yo. Cierto es que ya no vivo las cosas buenas tan intensamente, pero al menos, ¡ya no sufro!. Estabilidad, y tal vez, hasta madurez.
Poco a poco, voy dejando atrás los malos recuerdos, y cada día me autorefuerzo y me envío mensajes positivos. Cuando empecé la terapia con Mariana, lo veía como tonterías, pero, joder, funciona de verdad. Mi autoestima sube, y los pedestales bajan. No volvería a ninguan época anterior. Me queda mucho por vivir, vivir de verdad, no pasar un día detrás de otro. Siendo realista, sé que nunca me comeré el mundo, pero voy a saborearlo, eso lo tengo claro.
Ya no me odio tanto, es más, yo creo que hasta me quiero un poco. Me doy cuenta de que soy muy especial, no hay nadie como yo, molo mucho. Soy activa y creativa, y la gente que está cerca de mí, se ríe!
Este proceso es duro, y se asemeja a saltar al pelotón en la comba. Una a una, se van incluyendo cosas en la cuerda de la vida, y si todas saltan a la vez, aunque sea despacio, funciona. Si una de ellas falla, se traba la cuerda y se para. Suave y con delicadeza, así voy haciendo saltar todo lo que compone mi vida, para que siga un ritmo y no se pare. Lo estoy haciendo muy bien.
Cada día tengo más definido para qué estoy yo aquí, y es para hacer sonreír a los demás. Me da igual cómo de podrida esté la sociedad, yo soy de otra manera, y lo pienso explotar. Fernando me dijo una tarde: tú has vivido mucho, ahora tienes que ser maestra de otros. Me dedique a lo que me dedique, quiero que cada persona que pase por mi lado vaya mejor de lo que vino, o al menos, que no sea peor!
Todo esto se lo debo a:
Fernando: por sus largos paseos por El Retiro y sus innumerables conversaciones telefónicas.
Jesús: porque su sola presencia me hace sonreír, por sus abrazos y sus te quiero, que ahora comprendo.
Mariana: por su insistencia y su machaque.
Paloma: por su ultimátum.
Celia y Tamara: porque sois mi familia escogida.
Claudia y Ariel: por enseñarme que un hombre, no da compañía ni amor, no da nada que vosotros no tengáis.
Mi padre: por recogernos en su casa, sin condiciones, ni rencores, ni exigencias.
HOY NO ME MOJO NI DE COÑA
Quiero lavarme las manos, y oh, no hay agua. Llamo al Ayuntamiento. No lo cogen. Ni cocinar, ni limpiar, ni ducharme. Teta!
8 a.m.
Vuelvo a llamar al Ayun.
-Ayuntamiento, nos días- imagino un bostezo a otro lado.
-Buenos días. Llamo de la calle San Joaquín. No tenemos agua. ¿Es general, o sólo en esta zona?
-Pues... no sé. No tengo ni idea.- A ver, ¿cómo qe no tienes ni idea? ¿tú te has duchado esta mañana, sí o no?- ¿Sabes tú algo de la calle San Joaquín?... No, aquí no sabemos nada. Ahora comunicarán con la calle- Ah, que las calles tienen teléfono.
-Vale, gracias.
8.30. am.
Se llena la calle de obreros. Ni un solo fontanero.
-Disculpe, ¿sabe si va para largo?
-Pues... es que vamos a empezar ahora. Se ha reventado una cañería-La misma que hace un año, por el mismo sitio.
-¿Y no han podido avisar para coger agua?
-Es que a las tres de la mañana cuando he venido a cortar el agua, no iba a llamar puerta por puerta- A ver, si en el Ayun no sabían nada, y este hombre trabaja para el Ayun, quién le ha dado la orden de cortar el agua????????- Además, no te quejes, que tú tienes piscina para lavarte- ¿Ehhhhhhhhhhhhhhhh?- Si la peor parte, nos la llevamos nosotros que tenemos que trabajar- ¿Cóoooooooomo?.
9.10 a.m.
Se ponen a picar.
10. 20 a. m.
Salgo a ducharme a casa de Celia, y me los encuentro colocando el chorizito en el pan, a la sombra de MI VALLA. Diooooooooooooooosssssssssssssssssssss.
Agradecimientos: Exctmo. Ayuntamiento de Villa del Prado, por su labor incondicional a que nos descojonemos en casa, aunque sólo sea por pura mala leche.
miércoles, 9 de julio de 2008
DESCUBRIENDO LAS ESTRELLAS
-Anda, son estrellas!
Junta sus manitas y se queda mirando al cielo, desnudita, con su chupete rojo y sus chanclas rosas.
-Son bonitas, ¿verdad?
-Sí, bomitas. Gusta mí, Ana, gusta Cavia. Tan biba.
-Claro, hija, están arriba, en el cielo.
-Biba, biba! No cala coge. No, no cala.- Se pone de puntillas y estira los brazos, con los ojos muy abiertos.
-Ah! ¿No las puedes coger? Es que están muy altas.
-No… No cala. A domí a cama, mami.
-Vale, vamos a dormir. ¿Le has dado un beso al abuelo?
-Bulo, beso. Adiós, ta maniana. Jijiji… a cama.
Les pongo los pañales, les quito las chanclas, y apago la luz. Nos tiramos de cualquier manera en el camódromo.
-Afante.
-Hija, estoy cansada, no me apetece cantar. Mejor mañana.
-Vaaaaaaale, mamá cansada, sí, cansada mamá. Maniana.
Empieza a dar vueltas en la cama, mareando la almohada.
-Ana, contigo.
-Claudia, ahora no puedo. Espérate que Ariel termine con la teta y se duerma.
-Vaaaaaaale, Arié teta.
-Ahora voy contigo.- Cuando llego a su lado, está casi dormida. La abrazo y le doy montones de besos- ¿Estás agustíto?
-Sí.
-¿Me quieres?
-Sí.- Ya casi no la oigo. Está tan cansada que no tiene fuerzas para contestar.
-Yo a ti también, hija, mucho, mucho.- La poca luz que entra de la calle me basta para ver cómo se le van cerrando los ojos, despacito.
¿Se puede ser más dulce, más paciente y más comprensiva, con dos añitos y medio? Claudia, tú sí que eres bonita, tú sí que eres estrella.
lunes, 30 de junio de 2008
LEJOS
HARTITA DEL... DE ESO
Hoy no me han dejado dormir, con tanto pitidito. Yo no entiendo esto del fútbol, no le veo la gracia. Es España hay buenos deportistas, mejores que los futbolistas, y nadie les hace caso. Yo de esto no entiendo mucho, pero según cuentan, en baloncesto y sincronizada hay muy buen nivel, y hay gente que se lo curra mucho, porque los de los pantaloncitos cortos, poco hacen. Y cuanto más arriba están, menos todavía. Yo lo sé porque un amor platánico (plata, que no plato) de mi adolescencia, es futbolista, y él me lo contaba. Los del Madrid, además de ir a fiestas y jugar a las cartas en el césped... no hacen nada más. Es lo mismo que me decía mi padre: no me vale de nada que me traigas las notas llenas de notables, si no te he visto estudiar ni un solo día.
Y todo el mundo con el rojo, el rojo, el rojo. Pues vaya cosa. Ayer me quemé. ¿Habéis visto un cangrejo con gafas alguna vez? Pues hacedme una visitilla. Con lo colorá que estoy y lo chica que soy, parezco un tomate cherry. O mejor, una alemana borracha.
Ahora van a estar toda la semana con especiales sobre fútbol y la repetición del gol, y joer que pesaaaaaaaaaaos... Con la de cosas interesantes que echan en la tele algunas veces... Estuve viendo la otra noche un documental sobre las operaciones de transexuales en Irán. Por lo visto, en el Corán, la homosexualidad está penada, pero como de la transexualidad no se habla, está aceptada. ¿No es esto verdaderamente curioso? Mi padre dice que al fin y al cabo, la musulmana es la religión más honesta en este aspecto. Yo a veces no sé si mi padre me está probando o está de cachondeo.
jueves, 26 de junio de 2008
HOY QUIERO DAR LAS GRACIAS A... LPE
Hoy quiero dar las gracias a:
FERNANDO: por ayudarme con la presen, por dirigir la fiesta, por meterte conmigo y hacerme reír porque no tengo internet.
EVA: por ofrecerte a quedarte en mi casa el viernes cuando estaba taaaaaaan mala.
ROCÍO: porque eres un sol. Porque sé que dentro de poco serás el ejemplo de muchas. Por tus viajes con la furgo. Por estar ahí ese día en el que me apunté a danza.
CARMEN: por ser tan... yo quiero ser como tú! Claro que te tengo en estima! Por tus pinturas, tus ánimos, tu cachondeo!
JUAN CAÑAS: por todo, todo y todo.
JUAN MAGO: ayyyyyyyyyy!!!!!!!!! Por ser tan majo, por subirme la moral, por hacerme sentir divina!
VICTORIA: por enseñarme a bailar, por ese par de conversaciones clave, por enseñarme que el subir al pedestal estaba en mí.
A MANOLO, por el fuego, A EMILIO, por la queimada, a RAQUEL, por acompañarme, a JULIÁN, por prestarnos su escalera, a JAVI, por los cuentos y por los comentarios!
A LA CHARANGA INSOMNIO y al fotógrafo.
ESTOY ACUSADA.
ME ACUSAN de ser consentidora, por dejar que ellos decidan cuánto quieren comer o si les apetece o no (como si yo pudiera controlar su estómago!).
ME ACUSAN de no educar a mis hijos para vivir en sociedad, porque hacen pis en la arena y no en la taza.
ME ACUSARON de ser mala madre por no darle un biberón a mi hija, por confiar en la lactancia.
ME ACUSARON de ser liberal por vivir mi vida como quiero y hacer sin tapujos lo que muchos hacen a escondidas.
ME ACUSAN, pero no se atreven a decírmelo. No son ellos, cobardes, es su voz la que me habla. Hipócritas, sus ojos me miran preocupados, pero al darme la vuelta siento cómo me arde la espalda.
ME ACUSARON de irresponsable, por quedarme embaraza.
Y después, ME ACUSARON por asumir mis nuevas responsabilidades y no “quitarme los problemas de encima” (asesinos!).
jueves, 19 de junio de 2008
SI LLEGO TARDE A CASA
Si tú no bailas. La llave de mi corazón. Juan Luis Guerra.
miércoles, 11 de junio de 2008
¡Yo quiero un bodorrio!
Esta amiga mía es de Toledo… pero… bola, bola, bola. Se las da de finústica, ella, mucha peluquería, mucha ropita mona, así muy delgadita, muy señorita… y luego te dice cosas como: pero chiiiiiiiiica! Ande vas? O… Jopeeeeeeetas, machomen!
No se le ha ocurrido otra cosa a la… mooooooooooooooooza, que nombrarme la responsable honorífica de vestuario de su boda, encargándome la misión especial de que nuestro amigo Emilio vaya vestido, peinado y aseado acorde con el evento. Nuestro amigo Emilio, es el hippie del grupo : vive básicamente del trueque, él te canta una canción con la flauta y tú le das una monedita. Cuando se mancha la ropa le da la vuelta. No tiene casa, él vive libre. Y lleva unas rastas muy largas, con sus piojillos y todo. Es curioso lo de nuestro grupo… Una pijilla de segunda, un hippie itinerante, Antonio, que se ha marchado a vivir a Irlanda… y yo. Anda, que vaya panda… Cuando íbamos por la calle, nos llamaban The four cats. Esto es en inglés. En español, Los cuatro gatos. Pero vamos, entre que uno vive fuera, el otro no vive dentro, la otra vive en el trabajo… me lo paso pipa conmigo misma! Hombre, Ana, que alegría verte… nos damos un paseo? Pues… sí, yo también me alegro de verte… en el espejo… y lo del paseo… pues… vale, qué remedio!
Bueno, a lo que iba, lo de la boda. Yo he decidido que no me voy a casar. O, tal vez sea que lo habéis decidido vosotros, hombres del mundo…? La verdad es que lo pienso, y no me siento motivada. Si hay algún hombre que merece la pena, no me hace caso. Si me hace caso, no merece la pena. Y si merece la pena y me hace caso… luego va y me deja el condenao! Pero en realidad, para ser sincera… no ha nacido el hombre que a mí me merezca. No, no ha nacido. Y si nace a partir de ahora… me va a dar grima. Es que serían más de veintiséis años de diferencia. Me imagino la situación: ay! (mini)-cari… cuánto te quiero… y él me respondería: teeeeeeta. ¡dioooooooooooosssss! ¡podría ser mi hijo! Buf, sí lo tengo complicado. Tendría que ser más madurito. Así como de treinta, treinta y cinco… anda, joooo, déjame que te toque la teta, venga, porfiiiiiiiii, que mira cómo estoy… sigue siendo joven. Vamos a probar con uno de cincuenta: oooooooooh, una teta. No, no, demasiado emocionado. Uno de… setenta… anda, maja, cógeme un poquito el bastón, que te toco una tetilla, si es que no se me cansa la mano antes.
Creo que no me casaré. Ya he sufrido mucho. Pero desde luego, si algún día lo hago, no haré un bodorrio. Me casaré en vaqueros, y estaréis todos invitados a comer tortilla en el campo.
viernes, 6 de junio de 2008
BIENVENIDOS A MI AGUA
TRADUCCIONARIO
comecho: muñeco
miii: dormir
casitos: lacasitos
pito-pito: aspitos
pito: víctor
sela: tía celia
casa tía: casa de celia
potoria: victoria
lalela: gabriela
ané: andrés
ana: mamá
mamá: mamá, la he liado
mantita: arrópame y abrázame
momi: móvil
bulo/bolo: abuelo
aló: arroz
chiso: chorizo
lechel co chachetitas: tengo hambre, quiero desayunar
teta: tengo hambre
teta: tengo sueño
teta: me duele
teta: estoy contento
teta: me aburro
teta: hazme caso
teta: qué diver!
teta: hola!!!!!!! me alegro de verte
kibi: kiwi
masana: manzana
ajaja: naranja
sinco bobitos: canta los cinco lobitos
cansió: canta la reina de los mares
afante: canta los elefantes
llave: canta dónde están las llaves
paque: parque
bisho: mosca, hormiga, cortapichas...
denche: dientes
ava denche: lavar los dientes
calito: carrito
pulota: pelota
puta: fruta (ariel)
coto: juguete
lale: cereales